La importancia de la respiración

mujer respirando

En una inhalación comienza la vida. En una exhalación termina la vida.  Cada respiración es única e irrepetible. El proceso de respirar tiene cuatro momentos. El momento de la inhalación. El espacio entre la inhalación y la exhalación. La exhalación y el momento entre la exhalación y la inhalación.
Te preguntarás porque doy un rodeo en un tema que parece tan obvio y evidente. Este tema, la observación de la respiración, es uno de los aspectos centrales de la meditación Mindfulness. El Buda habló de anapanasatti, la atención plena (sin juicio, aceptadora) sobre la inhalación y la exhalación. Observar el fenómeno una y otra vez, hasta calmar la mente (samatha). Observar la respiración por donde ingresa (las fosas nasales) y cada vez que la mente se va, se distrae con un pensamiento, por ejemplo, volver al flujo. Eso es Mindfulness, recordarse estar presente.

Pero ¿por qué es importante hablar de la respiración?

La respiración y el sistema nervioso.

¿Sabías que una de las principales herramientas para tratar los síntomas de ansiedad y angustia es la respiración?

La respiración entre otras cosas que mencionaremos después, es una de las maneras en que el sistema nervioso se regula. Para explicar este punto tendremos que entender cómo funciona nuestro sistema nervioso.
El sistema nervioso es un red de tejidos que tienen como objeto captar y procesar señales; ejerciendo control sobre ciertos órganos de nuestro cuerpo para lograr una adecuada, oportuna y eficaz interacción con el medio ambiente cambiante.
Se puede clasificar al sistema nervioso de dos maneras, anatómicamente (sistema nervioso central y periférico) y funcionalmente (somático y autónomo).

El sistema nervioso autónomo controla las acciones involuntarias en nuestro cuerpo. Al recibir la información desde las vísceras y de otras partes internas del cuerpo actúa sobre las glándulas, músculos y vasos sanguíneos.
De todas las activaciones del sistema nervioso autónomo, contracción y dilatación de vasos sanguíneos, alteración del ritmo cardíaco, sudoración, contracción y relajación de los músculos y frecuencia respiratoria, la más fácil y controlable (y para la mayoría, la única) es la respiración.

El sistema nervioso autónomo se divide en dos partes. El sistema nervioso simpático y el parasimpático.  El simpático es el que se activa frente a lo desafiante del medio. Las glándulas suprarrenales liberan catecolaminas y se altera la frecuencia cardíaca y el flujo de sangre. Se lleva más sangre a los músculos y estos se tensan, preparándose para el desafío.
El parasimpático en cambio se encarga de la relajación y el descanso del cuerpo.
Estos dos sistemas deben estar regulados, en equilibrio.
La vida moderna estimula constantemente la acción y los desafíos, el modo hacer. Vivimos generalmente activando el sistema simpático, sin terminar de ser conscientes de que ese estrés puede llevarnos a consecuencias muy negativas.

Para equilibrar esta situación es necesario activar el sistema parasimpático. Esto se puede hacer de muchas maneras, y una de ellas es por medio de la respiración. Una respiración calmada, que baje hasta el vientre y lo llene, posteriormente llene los pulmones y se exhale lentamente, va a estimular el nervio vago. Un nervio que inerva todos los órganos principales del cuerpo,  desactivándolo. El nervio va a mandar señales inhibidoras al corazón, a los pulmones y a órganos como el hígado y el páncreas. Por lo tanto el cuerpo no va a seguir bombeando sangre a lo loco, ni generando más glucosa para afrontar los peligros.

Atención en la respiración.

La respiración es algo tan constante y tan espontáneo que rara vez le prestamos atención. Sin embargo, tomar consciencia de ella, es una manera simple para poder traer tranquilidad a nuestro cuerpo.

El ritmo estresado de respirar es mayor a 15 respiraciones por minuto. Si logramos habituar a nuestro organismo a respirar con una frecuencia menor a 12, aprenderemos a relajar y equilibrar nuestro cuerpo.
Hay diferentes modos de relajación, pero sin duda la respiración al vientre es una manera de generar un estado hipometabólico. En este estado la sangre se vuelve menos ácida, y esto permite que los centros emocionales de nuestro cerebro puedan relajarse. De esta manera la amígdala no interpretará amenazas, calmando la reactividad.
Al calmar el sistema nervioso, los órganos puede realizar los procesos habituales como la digestión y regeneración celular. Cuando la amígdala interpreta peligro o desafío hay muchos procesos que el cuerpo deja de realizar. Entre ellos está el debilitamiento del sistema inmunológico, lo que nos hace más propenso a enfermedades virales y los procesos digestivos, lo que nos lleva a alteraciones gástricas. Cuando el cerebro no se siente amenazado puede utilizar otras partes y de esta manera trabajar en la elaboración de proyectos, en la resolución de problemas complejos o en el cultivo de la compasión.

La respiración es un foco, un eje durante la meditación. La meditación samatha, o de concentración, puede ejercerse en la respiración que es algo que siempre estará presente con nosotros. Si tienes tiempo de respirar, también tienes tiempo de observar tu respiración. A medida que uno observa esa respiración, sin rechazarla ni cambiarla, aceptándola, al mismo tiempo, posiblemente, la mente se vaya calmando. Este proceso es el puntapié inicial para las prácticas de vipassana. En los retiros uno suele practicar durante tres días seguidos el cultivo de anapanasatti, la observación de la respiración.

A medida que uno practica, volver la atención a la respiración se convierte en un proceso natural y espontáneo y a la vez muy agradable. Poder llevar nuestra atención a la respiración en momentos difíciles, frente a una crisis, frente a los enojos o frente a la muerte, puede ser de vital importancia.
Cultivando la ecuanimidad en nuestra respiración podremos hacernos mas conscientes de nuestro cuerpo y también de nuestros propios pensamientos distorsionados. En las psicoterapias modernas es una herramienta muy importante para poder desarrollar grados más profundos de auto observación. La posibilidad de cultivar una consciencia no sólo más tranquila sino más atenta, más unida al presente.

1 comentario en “La importancia de la respiración”

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