La postura al meditar ¿Es importante respetarla o da igual?

postura al meditar

Cada vez que me toca guiar a una persona que recién comienza a meditar, le sugiero que escuche a su cuerpo por sobre todas las cosas. Que si hay dolor o incomodidad, es preferible que no respeten la postura al meditar.

Pero es normal cuando uno empieza a meditar, que se peleé con la postura, Usualmente uno le da demasiada importancia a seguir las indicaciones de cómo hay que sentarse y pretende respetar de manera estoica la posición.

A medida que uno avanza reconoce que eso no es necesario. Que la práctica de meditación se puede dar tanto en la posición sentada como caminando, acostado o parado. Entonces comienza a darle un lugar relativo a la postura.

Sin embargo más adelante uno empieza a reconocer y valorar una buena postura.

En esta entrada quiero contarte que tan importante puede ser la postura a la hora de la práctica de meditación.

La ilusión mente cuerpo

En principio podríamos decir que la principal dificultad para entender la importancia de la postura tiene que ver con la idea de que mente y cuerpo están separados

Es debido a esta separación que a la hora de pensar en la práctica de la meditación la consideramos una práctica mental. Estamos trabajando nuestra atención, o estamos buscando lograr calma mental. Entonces, claro, siguiendo la idea de que mente y cuerpo están separados, para lograr calma mental lo mejor es trabajar con nusetros pensamientos. Por lo tanto le damos al cuerpo un papel totalmente secundario.

Poco a poco, y en los últimos años, la neurociencia y la psicología coinciden en que mente y cuerpo están tan íntimamente relacionados que no podemos pensarlos de manera separada. Los procesos de pensamiento repercuten en el cuerpo y el cuerpo con su postura o sus indicadores somáticos repercute en los procesos de pensamiento.

Las tradiciones orientales no vivieron la escisión de mente y cuerpo, como sí lo hicieron las culturas occidentales después de Descartes. En ellas la mente y el cuerpo obedencen a los mismos principios. Por lo tanto ser conscientes con nuestra postura, desarrollarla y cultivarla es tan importante como hacerlo con nuestra mente o nuestras emociones

Una de las formas de llegar a una mente en calma es siendo conscientes de nuestro cuerpo y trabajando con él.

La postura de sentarse con las piernas cruzadas, con el cuerpo relajado y con énfasis en mantener la espalda recta es un acto de amor propio. Cuando encorvas la espalda, estás intentando ocultar tu corazón, impedir que se derrumbe. Pero cuando te sientas con la espalda recta, relajado, en postura meditativa, tu corazón está desnudo. Todo tu ser está expuesto.
A través de la práctica de sentarse quieto y seguir la respiración cuando inhalas y exhalas, te estás conectando con tu corazón

Chögyam Trungpa Rinpoche

¿Qué aspectos tener en cuenta en la postura al meditar?

La Alineación

A la hora de la práctica es muy importante poder estar alineados y tener una sólida base. Lograr colocar la cabeza por sobre los hombros, en perfecto equilibrio, sin irnos para los lados, ni para adelante ni para atrás permite que la espalda se mantenga estirada.
Cuando la espalda está estirada, la posibilidad de la conexión mente cuerpo se re establece. La base donde me asiento también funciona como un elemento que nos transmite seguridad y confianza. El abdomen debe estar ligeramente tensionado para poder sostener toda la estructura en equilibrio.

El equilibrio es, al igual que en la vida, un aspecto central a la hora de la meditación.

La Comodidad

La práctica de la meditación puede tomar diez minutos pero también puede durar varias horas. Es preciso que la postura que tengamos no esté generando tensiones innecesarias. Necesitamos estar cómodos y lo más relajados posible, para que la posición podamos mantenerla durante largos períodos de tiempo.

No sólo tenemos que estar cómodos, sino también reconocer que ciertas partes del cuerpo pueden cansarse si están generando algo de tensión. En este sentido la simpleza para sentarnos suele ser la mejor guía.

La consciencia

¿Dónde está nuestra mirada? ¿A qué le estamos prestando atención? la mirada debe estar estable y firme. No debemos mover los ojos por la sala, ni en ninguna dirección ya que al hacerlo estamos activando muchas partes del cerebro que no es necesario hacer.
Lo mejor que podemos hacer es mantener la mirada sobre un punto en el vacío o cerrar casi por completo los ojos. La idea de la práctica es que por un momento dejemos de estar tan atentos al mundo circundante y podamos entrar en contacto con lo que nos está pasando por adentro.

Es preciso que nusetra consciencia esté en nusetro cuerpo, y por lo tanto también en nusetra postura. En observar cómo nos sentimos momento a momento.

Respetar el cuerpo

Las prácticas contemplativas como el mindfulness se basan en la capacidad de ser amorosos con nosotros mismos, de ser cuidadosos con nosotros mismos. En este sentido entendemos que el cuidado del cuerpo es esencial.
Cuando nos muestran por primera vez una postura sentada y de piernas cruzadas, puede que nos parezca antinatural y que al intentar sostenerla durante un largo rato, me genere incomodidad y dolor.

Por eso es importante que en vez de llegar a esas instancias de dolor, respetemos nuestro cuerpo y no nos obliguemos a hacer algo que le duela al cuerpo o que lo lastime.

Pero entonces, ¿es importante la postura al meditar o no?

La importancia de la postura al meditar es relativa. En un principio no lo es tanto. Es mejor que el practicante que inicia conecte con la posibilidad de estar atento con una actitud de aceptación, en vez de estar peleándose con una postura que siente como antinatural. Sin embargo tampoco puede irse al otro extremo de no darle ninguna importancia, ya que una mala postura no sólo daña el cuerpo, sino que genera estados anímicos negativos.

A medida que uno avanza en la práctica puede ir viendo que la postura no sólo modifica su relación con la vida sino con la práctica en sí. Es posible que vaya observando cómo alcanza estados de mayor calma mental cuando se centra en su postura. Conectando y corrigiendo la postura logramos modificar la energía mental, y en este sentido cobra mucha importancia.

Hoy la ciencia afirma la importancia del cuerpo y la postura. Durante muchos años los neurocientíficos observaron solamente el cerebro, pero hoy empiezan a ver que la importancia del cuerpo es cabal. Entienden que la postura que tengas en la vida va a determinar tu calidad de vida.

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