¿Te pasó alguna vez de no poder manejar lo que estabas sintiendo? ¿o de sentirte sobrepasado por tus propias emociones? Entonces tal vez debas revisar cuestiones asociadas a tu inteligencia emocional.
Ya sea en un ambiente laboral o en una relación de pareja, es normal que de tanto en tanto las emociones intensas se apoderen de nuestros pensamientos y de nuestros cuerpos.
Gracias al trabajo de Daniel Goleman y de diferentes estudios, en los últimos treinta años se ha reivindicado la importancia de la inteligencia emocional. Sin embargo estos análisis no vienen acompañados de cambios efectivos en los ámbitos laborales, educativos y de salud. No hay leyes que promulguen la educación emocional, ni consideraciones por parte de los organismos de salud para cuidar nuestras emociones y no enfermar.
Hoy quiero contarte 3 maneras en las que podés estar mejorando tu inteligencia emocional. Es importante destacar que a diferencia del coeficiente intelectual, la inteligencia emocional puede entrenarse y mejorar.
Hace unos días, mi amigo Ricardo publicaba una reflexión en Facebook sobre la actitud de los hinchas de Boca frente a la derrota de la final de la copa Libertadores. Afirmaba que esto es una muestra de cómo viven todas las hinchadas sus traspiés futbolísticos. En vez de reconocer que el rival fue superior, recurren a estadísticas y momentos de gloria anteriores.
No logran transitar la derrota y el dolor concomitante y buscan en el pasado antiguos logros o eventos malogrados del rival. «Vos te fuiste a la B» o «Tenemos más libertadores que ustedes».
La dificultad de reconocer que el otro pudo haberlo hecho mejor, y la dificultad de transitar el dolor los lleva a buscar en glorias pasadas un aliciente. …
La paciencia es un atributo, una actitud que puede llegar a modificar tu vida.
Sin temor a equivocarme, creo que vivimos en el momento más impaciente de la historia. De alguna manera nos la pasamos corriendo de un punto al otro, queriendo conseguir no sé qué cosas, pero sin poder conectar con la vida. Cultivar la paciencia y la lentitud en un mundo como el actual es ciertamente un acto de rebeldía.
«Creo que vivir deprisa no es vivir, es sobrevivir. Nuestra cultura nos inculca el miedo a perder el tiempo, pero la paradoja es que la aceleración nos hace desperdiciar la vida.»
(elogio de la lentitud)
Recuerdo cuando hace poco más de diez años había decidido comenzar a meditar e iba a comprar algún libro del tema a alguna librería. No solía haber demasiado. Tal vez unos diez o veinte libros. Con el paso del tiempo la tendencia fue cambiando. Ahora hay paneles enteros llenos de libros que hablan de diferentes meditaciones, de los efectos, de las técnicas y de las diferentes aplicaciones. Ahora hay alrededor de cien libros en cada librería, sobre el tema, y las posibilidades de orientarse, ironicamente, son más difíciles.
Hay muchos tipos de meditación diferentes, algunas con visualizaciones, otras recitando mantras, y otras sólo respirando. Los budistas utilizan la palabra pali Bhavana, para hablar de aquellas actividades que tienen como finalidad el trabajo con la mente, el desarrollo de esa conciencia. Entre todas estas meditaciones hay una que tomó más notoriedad en los ámbitos médicos y psicológicos, y que viene siendo estudiada por la ciencia. Es el «mindfulness«.
Hoy quiero mostrarte 5 recomendaciones para empezar a meditar. …
Hace ya treinta años que el concepto de inteligencia emocional viene tomando mucha fuerza. Se dice que es el mejor predictor de éxito que el coeficiente intelectual, entendiendo éxito como calidad de vida, salud o capacidad para transitar las dificultades. A diferencia del coeficiente, la inteligencia emocional se aprende, se desarrolla y se trasmite.
Durante el curso de mindfulness y reducción del estrés, vamos trabajando sobre la posibilidad de las personas de observarse atentamente y sin juicio. De sentir el cuerpo y escanearlo, de transitar las emociones y de poder interrumpir las espirales reactivas del estrés, todos aspectos que promueven la inteligencia emocional.
A partir de todo este desarrollo podemos entonces establecer algunas pautas a tener en cuenta para lograr una educación emocional con nuestros hijos.
Hoy quiero hablarles de un concepto no muy conocido y nada sencillo de definir. Estoy hablando de la asertividad. La asertividad es un aspecto clave, central dentro de la noción de autoestima.
Esta característica, como también la ecuanimidad y la compasión, son el resultado posible del acercamiento de las personas a la meditación mindfulness y hoy quería explorarlos junto a ustedes.
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«Mariela llega al consultorio un poco desaliñada. Esta un poco nerviosa y comienza a relatarme el último conflicto con su pareja: El día anterior habían discutido por la noche. Después de comer, cuando ella abrió su computadora para meterse en las redes sociales, el la miró con ojos penetrantes. Ella captó esa mirada y entendió que a él le molestaba su decisión. Cerró la computadora sin decir nada y media hora más tarde, después de otra mirada que ella entendió como provocativa le dijo que no aguantaba más que él pensara que ella era una vaga. Que había trabajado todo el día en la casa y que tenía derecho a hacer lo que quisiera. Él se defendió diciendo que no había dicho nada y que ella siempre lo veía como un ogro, animal…»
Esta es una realidad cotidiana que nos lleva al sufrimiento…
El mindfulness está de moda. Lo sé. Hace unos diez años entré en contacto con la meditación vipassana, en ese entonces, encontrar libros vinculados con el tema no era cuestión sencilla. En cambio, hoy por hoy, las librerías tienen un sector exclusivo dedicado al tema, los libros y las publicaciones se multiplican día a día. Es un boom, no sólo en la sociedad sino en los centros científicos y especializados. Una práctica que en oriente lleva cinco mil años, que gurúes y santos han promovido desde el inicio de los tiempos, hoy tiene su revancha en occidente de la mano de la ciencia médica y psicológica.
Hoy quiero contarte cuáles son los principales beneficios de la práctica del Mindfulness. Los cambios se ven a nivel físico, emocional y cognitivo.
Reducción del cortisol. Lo que disminuye el estrés y por lo tanto es una excelente herramienta de prevención para cualquier tipo de enfermedad física y mental.
Cambios cerebrales vinculados con un aumento de materia gris en ciertas zonas del cerebro y una reducción neuronal en zonas como la amígdala, que llevan a una menor reactividad emocional, menos rumiación y una notable mejora en síntomas vinculados con los trastornos de ansiedad.
Reducción en los síntomas depresivos.
Puede llegar a terminar con problemas de insomnio.
Mejoría en tratamientos vinculados con trastornos alimenticios y adicciones.
Cambios vinculados con la percepción del dolor, lo que trae mejorías en pacientes con dolores crónicos.
Mejoras vinculadas con aspectos cognitivos, como la atención, la percepción y la memoria.
Cambios en el precúneo que podrían estar relacionados con una percepción de mayor felicidad y una notable mejoría en las relaciones sociales.
Cambios vinculados con la percepción y el tránsito de las propias emociones. Una mejora en nuestra inteligencia emocional, evitando la represión y disminuyendo la reactividad.
Mayor resiliencia. La capacidad de sobreponerse a sucesos negativos.
Mayor empatía y compasión.
La meditación mindfulness tiene más de cuarenta años de estudios y análisis. Las nuevas tecnologías han sido de vital importancia para poder ir viendo los cambios cerebrales y las repercusiones reales de la práctica.
Si bien es una moda, puede ser llevada a buen puerto. Claro que siempre hay que evitar las malas prácticas. Las que llevan a una banalización de la práctica, a una utilización de la práctica para el incremento del consumo y de un hacer sin sentido, y las que no entienden que además de una técnica es una manera de observar y de vivir.
Para una profundización en los beneficios te invito a leer el siguiente artículo dónde se presentan papers científicos y aspectos técnicos más precisos.
Algunas características de los emocionalmente inteligentes se mejoran con la práctica de la meditación.
No hay muchos estudios fuera de lo que corresponde a la meditación Mindfulness, que copó la parada en occidente desde la década del ochenta, pero se intensificó en la última década con el avance tecnológico y el uso del MRI.
Si querés saber cómo empezar a meditar podés ir a este enlace.
Por otro lado, hace también más de treinta años que se desarrolla el concepto de la inteligencia emocional y que se investiga alrededor del tema para saber cómo esta influye en las vidas de las personas. En su clásico libro Goleman afirma que las personas emocionalmente inteligentes tienen mayor probabilidad de tener vidas estabilizadas, armonía y sobre todo felicidad y éxito. …
Después de un par de años realizando talleres sobre inteligencia emocional, me he dado cuenta que mayoritariamente la gente sostiene tres creencias erróneas sobre lo que es la inteligencia emocional.
Elegí tres de ellas para comenzar a disertar sobre el tema y tratar de introducirlos en este mágico mundo. …